domingo, 12 de junio de 2016

El sexto nos ha salido respondón. Nástic 2- Osasuna 3

Desde que terminó la liga vengo diciendo que si hay un equipo al que nadie quiere enfrentarse a estas alturas es a cualquiera que entrene Martín. Pues ahora mismo ya creo que Osasuna es el máximo favorito al ascenso, porque a su tremenda fuerza mental se le añade que ha llegado al momento clave con algo que no ha tenido en toda la temporada: gol.

El peor guión que pasaba por la cabeza de cualquier rojillo era encajar un gol al poco de empezar el partido y eso se produjo. Y ocurrió porque el Nástic salió como se debe salir a por un partido así y porque Osasuna no terminó de ver a tiempo por dónde tenía la fuga de agua.

La defensa de tres (sí, tres y sin carrileros) que planteó Moreno con superioridad en el centro del campo, le permitía llegar con uno e incluso dos más a la banda de Javi Flaño, éste no recibía la ayuda que necesitaba y se veía desbordado. El Nástic pisaba el área con peligro hasta que en una de ellas, y cuando solo habían pasado 7 minutos, llegó el gol de Naranjo que nos ponía en la peor de las situaciones.

Pero había un detalle no menor para el Nástic; la primera ocasión del partido había sido para Kenan y eso le hizo a Moreno no seguir con la oleada de ataques, cubrir más su defensa y pasar a un 4-4-2, viendo que había tiempo de poder hacer un segundo gol que les metía en la final. A partir de aquí el partido se igualó más y Osasuna empezó a controlar mejor la situación. Volvía a aparecer el miedo tarraconense al juego aéreo y motivos no le faltaban.

Como no podía ser menos ahí estaba la falta lateral rojilla con remate de cabeza de David García que era capaz de llevar la tranquilidad a los desplazados a Tarragona y a los que vieron el partido en Pamplona , en un momento en el que costaba pasar la saliva por la garganta. El chico, junto con Javi Flañose vuelve a apuntar para los goles decisivos de final de temporada. Este gol dejaba tocado, muy tocado al Nástic y sus esperanzas.

La segunda parte ya fue otra cosa; al ímpetu de los locales Osasuna le plantó oficio, veteranía y, hasta diría yo, cierta chulería bien entendida como lo refleja el segundo gol, que es un gol de antología en combinación, calidad y definición. 

A partir de ahí, golpe en la mesa del sexto clasificado y control absoluto del partido, aguantando bien no solo el juego sino el otro fútbol. No era fácil no caer en la provocación de un equipo desquiciado y el equipo de Martín lo hizo bien, algún pero hay con tarjetas evitables, pero no era sencillo.

Tremenda tarjeta de presentación de Osasuna para la final. Ahora mismo ni en Girona ni en Córdoba tienen que estar tranquilos con lo que les viene en caso de pasar a la final. Hay un equipo que ha demostrado fortaleza mental, compañerismo, solidaridad y encima ahora tiene gol.

La Primera está a dos pasos, el osasunismo dispuesto a no dejar pasar la oportunidad y un equipo que sabe lo que tiene entre manos: dejen paso al sexto, que nos ha salido respondón.

P.D. Se ven muchos vídeos, se oyen infinidad de audios de la afición de Osasuna, pero donde realmente demostró su grandeza fue cuando hizo que Nino diese la vuelta en su camino y tuviera que ir a agradecer el gesto de apoyo de su afición. ¡Grandes!

Foto: J.A. Goñi www.diariodenavarra.es

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