lunes, 22 de febrero de 2016

Cambio de rumbo de 180º. Osasuna 1- Zaragoza 1

Que tenemos un míster al que le encanta mandar recados y mensajes en sala de prensa, lo sabíamos; que Martín no estaba acertando en esta estrategia desde hace un tiempo, también; y que ayer solo le faltó un mejor resultado para, por fin, combinar mensaje con puntos es algo obvio. 

Como obvio es también que los empates como ayer saben a gloria y no los del día del Almería. Eso sí míster, el detalle de la bronca a Urko por correr en el cambio sobraba porque dejas mensajes que se pillan rápido. Pelillos a la mar.

Magnífico ayer el Osasuna que nos puso Martín en el campo, magnífico no porque este once vaya a ser un equipo que esté para pelear el ascenso con los rudos equipos que andan por ahí y alguno que viene, que ojalá sí lo esté pero lo dudo. Es magnífico porque vuelve a enchufar al osasunismo a un idilio que veníamos teniendo durante la temporada y en el que nos daban igual fallos tremendos como los del gol del Zaragoza ayer. 

Esos fallos los vemos como pasos en la maduración y asentamiento. Creo que hablo por más de uno y una cuando opino que prefiero fallos como los de ayer que la frialdad del día del Almería o el equipo timorato y ramplón de Leganés

Que Otegui, que dejó muestras del pedazo de jugador que va a ser en cuanto rompa su físico, falle solo delante del portero, que se cometa el error del gol suyo o que Pucko no acierte, después de hacer una ruptura como las que venimos pidiendo, a mí me cabrean en el instante pero se pasa enseguida. 

Otro fallo y con otra lectura es el de Urko Vera, ahí yo veo mucha ansiedad y no pecado de juventud. En ambas cosas Martín tiene trabajo; uno será dar minutos y confianza y el otro tratar de bajar las expectativas y 'mimar' a Urko.

Desde aquí debo pedir disculpas a Mikel Merino por dudar de que con defensa de cuatro andaría justo para sostener su parcela. ¡Madre mía qué jugador! Solo, con Roberto y Otegui por delante, se bastó y se sobró para sostener la línea de 3 del Zaragoza con el apoyo de dos laterales, mucho más asentados en este sistema, y dos centrales que gozaron de lo lindo, sobre todo Miguel Flaño que echó un muy buen partido y que dejó dudas sobre su situación con una defensa de cinco.

Solo el cambio del Zaragoza, metiendo a dos medias puntas, hizo que Torres bajara un poco más su posición y se invirtiera el triángulo dejando a De las Cuevas por delante. Bien Osasuna en el manejo de balón y mucho mejor ejecutado en la segunda parte con un Pucko incisivo en banda y un Alex que se desfondó encarando una y otra vez a su lateral. Una pena que Olavide no esté como le hemos visto en muchas ocasiones y ayer volviera a dejar pasar una oportunidad de inicio. ¡Esa cabecica!

Lo dicho, una vuelta a los orígenes, al Osasuna que nos invita a bajar a El Sadar, a acompañarle a Córdoba y a lo que sea y mucho más cuando al poco de comenzar el partido una explosión de voces corearon con más ganas que nunca el "somos un equipo" y a más de uno se nos pusieron los pelos como escarpias. 

Esperemos que sean otro nuevo punto de inflexión en la temporada todos estos ingredientes. Los puntos llegarán, la simbiosis entre grada y su reflejo en el campo ya volvió ayer. ¡Que dure!



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