domingo, 1 de noviembre de 2015

Espejito, espejito. Osasuna 0- Girona 1

Llevábamos desde el partido de Gasteiz comentando que nos habían cogido ya el modo de jugarnos, que el equipo no daba sensaciones de líder y que tampoco Martín estaba teniendo cintura para corregir errores. Pues bien, hoy nos ha llegado un rival que jugaba con un sistema parecido, que no igual, al nuestro y nos ha puesto el espejo delante para vernos aún más claras las espinillas y los granos propios de la pubertad que pueblan nuestra cara. 

Conste que tener espinillas y granos no es ninguna cosa mala, es una cosa natural y acorde a la edad del equipo que tenemos; lo malo es no darse crema para cuidarlas y que no dejen marcas. 

Como Martín sabe que llevamos días en clara tendencia descendiente está llevando el foco de atención hacia otros sitios y hacia argumentos pelín tramposillos. Me explico: hoy sale de inicio con un chico al que casi no había convocado y a un juvenil con escaso bagaje en categorías de adultos y ambos han notado la inactividad. ¿Está ahí el problema? Evidentemente no, y es no porque con su entrada hacía un nuevo cambio de cromos, pero no de posiciones como venimos reclamando desde hace un tiempo. El foco ya estaba dirigido.

Ante la defensa que planteaba el Girona, esta sí era una defensa de 3, nosotros deberíamos haber ido a por sus bandas con otra línea de 3 por delante de Mikel Merino buscando la espalda del carrilero y la salida a banda del central. Como jugamos con un cuadrado que forman los dos interiores (jugones, pero sin velocidad) y los dos puntas, no había manera de hacerlo. Mientras, ellos sí nos buscaban las cosquillas a los laterales cayendo Sanchón a banda y provocando superioridades.

Una pérdida de balón de Adrián Cruz con un posterior disparo espectacular de Rubén Alcaraz nos castigaban como no lo habían hecho otros rivales habiendo merecido lo mismo o más que el Girona. El escenario era nuevo para nosotros y nos poníamos por primera vez en la temporada por detrás en el marcador en El Sadar.

Y algo no se podrá decir y es que no se han intentado cambiar el sino del partido con nuevas cosas: cierto que el cambio en el descanso de Olavide por el señalado Adrián Cruz no modificaba nada, pero sí adelantar mucho más a Oier y Javi Flaño (un monumento habrá que ir encargando para el de Noain) y los dos siguientes cambios que sí ponían al equipo en situaciones diferentes aunque siempre con el mismo resultado.

La entrada de Pucko por un desfondado Javi Martínez le permitían a Oier ocupar una nueva demarcación y dejaba al esloveno en el carril derecho. Aunque con algún error notable de control y sobre todo de concepto defensivo (lógico y normal), este cambio ha permitido llegar más fácilmente a la línea de fondo y así Oier ha tenido en su cabeza el empate, con lo que podríamos decir que el cambio ha sido acertado. La posterior entrada de Alex pegado a banda izquierda aún le daba más protagonismo al anterior. Nos dejaba con defensa de dos, pero estaba ya todo para jugársela así.

Partido ni mejor ni peor que el del día del Albacete pero el resultado hará que hoy sí podamos ver mejor las carencias y las manchas propias de los pipiolos. Por ahora no nos estamos dando crema, ¿lo haremos a partir de ahora? 

Espejito, espejito...








2 comentarios:

  1. El Girona planteo un partido con el sistema que utilizamos bien organizado y ejecutado tanto en el minimo juego ofensivo que tuvieron como en el defensivo.
    Martin tiene un problema de los tantos que tiene. Hace semanas dijo en rueda de prensa algo asi como que a nosotros no nos va a condicionar la manera de jugar el rival que tengamos en frente. Ayer, si plantea esa linea de 3 que comentas hubiera sido otra cosa. Dicen por ahi que tenemos un problema con el gol, yo creo que es con el tirar a puerta.
    Y sigo pensando que Martin seria un muy buen segundo entrenador para Osasuna. Saludos

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    1. Totalmente de acuerdo contigo. El Girona lleva perfectamente al campo el sistema de 3 centrales y nosotros seguimos yendo como líderes y no lo somos. Quizá un cambio en ocasiones para el centro del campo nos daría más juego ofensivo, pero con 20 puntos le dan fuerza suficiente al míster para no plegarse.
      En lo que no estoy contigo es en lo del segundo. La fortísima personalidad de Martín y su manera de ser le hacen complicado tener a alguien por encima.
      Un saludo y muchas gracias por el comentario Dario.

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