viernes, 10 de enero de 2014

Osasuna, ese equipo bien aseado. Real Madrid 2- Osasuna 0

Y es que a casa del rico se va elegante y con todos los sacramentos ya cumplidos. Osasuna eso ayer lo hizo a la perfección, llegó al estadio con la ropa para la ocasión y no tiró de fondo de armario.

Hasta ahí todo mucho más que correcto, pero el truco venía luego. Ninguno de los dos equipos, creo, tuvo dudas de cuál iba a ser el desenlace y como tal se comportaron: el Madrid sabiendo que a medio gas ganaría y Osasuna pensando que tenía pocas opciones salvo no recibir una goleada que hiciera pupa en lo anímico.

Se consiguió el objetivo y además de manera muy digna. Jugar en el Bernabéu suele traer estas cosas. Te enfrentas a un equipo que lo fundamenta todo en su descomunal pegada, pero deja jugar que se dice. El centro del campo y su ataque no son los reyes de la presión y se puede mover la bola con cierta tranquilidad.

Ahí es donde chirriaron algunas de las ruedas de engranaje de este equipo. No estamos para hacer contras porque nuestros enlaces son lentos, conducen en demasía y el punta tampoco es una gacela (si lo fuera estaría en un grande, seguro). Pero es que tampoco estábamos ayer para hacer lo que en ocasiones se hizo en exceso: sacar el balón jugado desde atrás. Lo del fallo a balón parado creo que da para varias entradas del blog y para un estudio de psicólogo.

Teníamos desequilibrio en la salida: no es igual jugar el balón por la parte de Oier-Arribas-Silva que por la de Damiá-Flaño-Raoul aunque curiosamente en la menos problemática es donde vino el fallo grave del segundo gol. Con estos condicionantes hubo jugadores que debieron tomar la decisión en algún momento de tirar el pelotazo y no seguir jugándola. ¡De verdad que no es delito quitarte el balón de la defensa con un golpeo en largo!

Sin embargo una vez pasada la primera línea del Madrid los de arriba la movieron más que decentemente e incluso se merodeó el área del rival mucho más de lo que ellos deseaban. Todos menos uno: De las Cuevas ayer es como si no estuviese, no entró en ningún momento en el partido y la salida de Jose le demostró que el partido estaba para haber intentado más cosas. Junto con Arribas fue uno de los jugadores que creí que no estaban en el partido. A Oriol también le vi con el freno de mano puesto.

La salida del chaval supuso un soplo de aire fresco para el equipo que muchos agradecieron. Le puso calidad, velocidad y algo más de picante, si bien me quedo con una jugada en la que Damiá dobló a Roberto y entre los dos perdieron el balón. ¿En la contra del Madrid a que no sabéis quién estaba de lateral izquierdo? Pues eso, inteligencia y compromiso en el niño de 16 años.

En mi opinión para el partido de vuelta queda lo mismo que ayer: disfrutar del partido e intentar hacer el partido más digno posible porque la eliminatoria la veo al 90% resuelta.



foto: www.ottavionuccio.com



2 comentarios:

  1. Ya podía ser un 2-1 Mikel!!!!!....¿El subconsciente?

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    1. Sí, he de reconocer que me ha traicionado. Ya está corregido.
      Gracias, Janur!

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