lunes, 18 de marzo de 2013

Osasuna 0- Atlético 2 Ahora vas y lo explicas.

No, no me refiero a que deba explicar nadie cómo un equipo que no ha hecho nada menos que el rival se va a casa perdiendo por dos goles de diferencia. Eso pasa semana a semana y tiene, quitado el calentón del momento, sus causas.

A lo que me refiero es a que a ver cómo explica alguien que el mejor jugador de Osasuna en el campo sea el problema por el que el equipo no logra llevarse el partido.

Oier es un chico que ha dado un paso importantísimo para poder ser un fijo en las alineaciones de los rojos por mucho tiempo. Eso sí, una vez  que Mendilibar salga del equipo, nunca más le veremos en este sitio. Es ahí donde el chico sufre y deja a la luz sus carencias, que son muchas. 

Como sus referentes Patxi Puñal y Cruchaga, tiene virtudes que se resumen en humildad, trabajo y sacrificio. No le pidamos más porque esa ubre está seca. Precisamente porque no hay nada que sacar es el motivo por el que con Oier en la mediapunta Osasuna estará manco de cara al ataque. Los interiores tienen el pase hacia el centro tapado y eso es importantísimo porque se bloquean las posibles paredes o diagonales. El punta también sufre pero lo explicaré más adelante.

Ayer el chico, que de currelo, sacrificio y verdad en sus actos tiene para dar y regalar, lo intentó todo llegando desde atrás, aunque no protege bien el balón y cuando llega al área se le hace de noche. Tuvo varias ocasiones y se vio que poco a poco va mejorando en el remate, pero estando como estamos no podemos ir con parches en la rueda a la etapa reina del Tour.

Me sorprendió ayer más que de costumbre la posición del de Estella porque jugábamos contra un equipo que no construye nada, que es un bloque rocoso que está sacando petroleo de un juego muchas veces ramplón como lo es su delantero en estado de gloria. Fernando Roncal lo resumía perfectamente con su tuit.

Que Diego Costa es así poco se podrá dudar, pero es que su torpeza, su marrullería o lo que se quiera saca al rival del partido. Lo aprovecha su equipo para llevarse algo por lo que hace más bien poco. Ayer en El Sadar había una cantidad de costitis aguditis digna de estudio. La jugada de Arribas tirado en el suelo dando una ocasión al contrario para luego levantarse como si nada aumentó mi preocupación.

Acabado ya el tema principal, dejando claro que lo complicado de explicar es cómo con todo eso Oier fue el mejor, llego al otro punto que al personal le gusta mucho y a mí me saca el lado avinagrado que me hace pensar en la muerte del fútbol moderno.

Vale, acepto por canso el trivote pero por lo que no paso es por eso de falso 9. Es ya lo que nos faltaba. Ahora resulta que jugar con 10 tipos ordenados y uno arriba dejándole hacer lo que le salga de sus reales calidades es jugar así, pues vale.

Estas cosicas en un grande o con un tipo cuya calidad defina partidos fin de semana sí, fin de semana también pase, pero aquí es una castaña pilonga. Y no lo digo en descargo del jugador, que ayer Masoud en la primera parte no lo hizo nada mal. ¿Dónde estaba el problema? En que si sales de tu puesto es porque cuando haya llegada lo va a hacer el media punta y entonces ese sitio no lo puede ocupar Oier. ¡Mendi, cabezón!

Ah, se me olvidaba, cuando casi acababa el partido me di cuenta que De las Cuevas y Armenteros habían estado en el campo. Y es que en descargo de Mendilibar diré que algunos se están yendo de rositas muchos días, para desgracia rojilla. A Damiá le vendrá bien un partido o los que sean en la grada, siento decirlo por cómo es el chico pero sus 3 últimos partidos han sido nefastos.

Supongo que no habré explicado nada, porque la cosa tiene bemoles, pero por lo menos lo he intentado. Ahora a esperar al domingo de resurrección para ver si tenemos eso o bien seguimos con la típica cuaresma navarra donde no se cata nada.

Foto: http://marichams.wordpress.com

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